El virus de la hepatitis C (VHC) se descubre en el año 1989, siendo actualmente el más complicado en su eliminación, por cuanto no tiene vacuna para prevenir su infección. Este se contagia al igual que el B por ví­a parental, es decir, por contacto entre sangre ya infectada por el virus.

Hasta esa fecha, muchos de los contagios podrían haberse debido a transfusiones de sangre o inyecciones recibidas con agujas inyectables no desechables.

También hay que tener muy presente, otras ví­as de contagio, como puede ser algo tan habitual actualmente como:

* Los piersing, o tatuajes.
* Instrumental médico, de diverso uso, indebidamente esterilizado.
* En las relaciones familiares, como el uso de platos, cucharas etc., abrazos, besos no existe posibilidad de contagio.
* En las relaciones sexuales entre parejas estables, su contagio es muy difícil, no así­ cuando existe promiscuidad en la relación.
Pero afortunadamente ya se han comercializado nuevos fármacos contra la HEPATITIS C. Está confirmada la extraordinaria eficacia de estos nuevos tratamientos en la práctica clínica y actualmente se está centrando la investigación en el logro de otras ventajas, como acortar los tiempos, simplificar los tratamientos y hacerlos más accesibles